Desde hace algunos años, a esta parte, la recomendación sobre el consumo de proteínas; tanto para personas que hacen deporte, como para la población general, ha cambiado ampliamente. Para que te des una idea, antiguamente se solía recomendar un consumo diario de 0.8gr de proteína por cada kilo de peso corporal al día y actualmente se recomienda, como mínimo, 1.2 gr de proteína por cada kilo de peso corporal al día.
Parece poco el cambio, pero si hacemos las cuentas, veras que no lo es. Pensemos en una persona promedio de 70 kg:
- Con la antigua recomendación terminaba consumiendo 56 gr de proteínas al día
- Actualmente esa misma personas debe consumir 84 proteína para cubrir las demandas mínimas.
Tengamos en cuenta también que 84 gr de proteína no es lo mismo que comer 84 gr de pollo, huevo o carnes en general. Calcula de en 100 gr de pollo hay, aproximadamente, 22 gr de proteína y recorda que la persona del ejemplo debía cubrir 84 gr de proteína. Asi que es bastante mas alimento del que solemos creer.
La proteína no es importante solo para mejorar el tamaño de la masa muscular. Tiene otras funciones vitales dentro de nuestro metabolismo. Pensa que es necesaria para mantener nuestra estructura, juega un rol importante para la síntesis de hormonas, en el sistema inmune, en la coagulación, en el transporte de sustancias en la sangre, etc.
Por eso, es importante que corrijamos cualquier consumo deficiente de proteínas.
Dentro de las señales, que podemos identificar, de que estamos consumiendo pocas proteínas, encontramos:
- Problemas de cabello, uñas y piel: estos se componen de proteínas como la elastina, el
colágeno y la queratina. Cuando su cuerpo no puede producirlos, puede causar cabello quebradizo o debilitado, piel seca y escamosa y surcos profundos en las uñas. - Hambre: esto puede parecer obvio pero no lo es. Las proteínas alimentan y tienen la característica de generar saciedad.
- Estado de animo: La falta de proteínas podría generara que el cuerpo no pueda producir suficientes hormonas y neurotransmisores, y eso cambiaría la forma en que funciona incluso, nuestro cerebro y cambie nuestro estado de animo. Los bajos niveles de dopamina y serotonina, por ejemplo, pueden promover la aparición depresión o falta de animo.
- Lesiones de curación lenta: las personas que tienen un bajo nivel de proteínas a menudo descubren que sus cortes y raspaduras tardan más en mejorar. Lo mismo parece suceder con los esguinces y otros percances relacionados con el ejercicio.
- Mayor predisposición a enfermar y/o presentar una evolución mas lenta ante una enfermedad: Tene en cuenta que los aminoácidos son la mínima expresión de las proteínas. Los aminoácidos en sangre ayudan a tu sistema inmunológico a producir anticuerpos que activan los glóbulos blancos para combatir virus, bacterias y toxinas. Para tener la variedad y la cantidad adecuada de aminoácidos en sangre, es indispensable que cubramos la cantidad de proteínas necesarias a través de la alimentación.
- Fatiga y debilidad muscular: puede afectar los músculos responsables la postura y el movimiento.
- Estancamiento en las ganancias de musculo a pesar de estar entrenando de forma adecuada: el musculo, para mejorar, necesita del estimulo mecánico (el entrenamiento), pero también del alimento adecuado y el descanso para reparar y construir. Si estas entrenando de forma optima pero tu nutrición no aporta la materia prima necesaria, es probable que las mejoras sean mas lentas e incluso se estanquen.
Como podrás apreciar, la proteína es un macronutriente importante. No solo para tus músculos, sino también para tu salud, tu calidad de vida y tu metabolismo.
Mejora tu aporte de proteína a través de fuentes nutricionales. El alimento es tu mejor aliado siempre.
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